3 de noviembre de 2008
Érase una vez un esqueleto que se llamaba Pepe. Pepe era calvito, no quería comer, ni beber, no quería dormir y era bueno.
Un día estaba desanimado porque no quería comer y Pepe se fue por la calle andando y fue a clase de los mayores y se disfrazó de bruja y fue a visitar a la clase de Isabel. Y dijo el esqueleto:
- Pues me voy a quedar aquí.
Y se quedó para siempre allí tranquilo.
Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Guzmanit@s de 4 años B.
0 Comentarios:
Añade un comentario